
Duros. Garipe estuvo entre los titulares y al igual que varios de sus compañeros aseguró estar duro por la pretemporada.
Todavía no arrancó. El Tomba está en proceso y ayer se notó en la primera prueba futbolística en serio que tuvo el equipo. Cayó derrotado por dos a cero frente a Quilmes, equipo que jugó su cuarto encuentro de preparación y se mostró más afilado y compacto.
Claro que el ensayo dejó algunas cosas interesantes para analizar, tanto a nivel colectivo como en el orden individual. El Gato volvió a apostar a la línea de tres en el fondo con Sigali haciendo la función de líbero.
Con algunos problemas al principio la defensa se fue acomodando con el transcurrir de los minutos y no pasó más sobresaltos. También fue productivo el trabajo de Saucedo en el medio y Castillo en ataque, demostrando que puede ser un hombre importante.
El Cervecero está más rápido de piernas y lo dejó en claro desde el inicio; prolijo con el balón superó en la mitad al Bodeguero y jugó siempre cerca de Ibáñez. Un penal convertido por Olivares -infracción de Franco a Alemanno-, y un cabezazo de Morales le sirvieron para adelantarse en el marcador con total justicia.
Recién después de los 20 minutos empezó a engranar el nuevo modelo tombino. Saucedo y Garipe controlaron mejor la pelota y Jairo metió a pura velocidad sus acostumbradas gambetas. Un gran remate del ex Estudiantes, que tapó Giordano, fue lo más peligroso del conjunto mendocino, jugada que inició el propio colombiano por derecha.
Luego llegaron los cambios para cuidar piernas y todo se hizo más equilibrado. Godoy Cruz intentó pero no pudo llegar con peligro y Quilmes ya no era la tromba del principio.
Quedó en evidencia que aún queda mucho por corregir. Seguramente el DT irá probando otras variantes en los siguientes amistosos y el elenco empezará a tomar forma de cara al debut contra Banfield.
Fuente: Los Andes.
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