lunes, 18 de febrero de 2008

El Lobo se comió al puntero


El Banana. Avanza Anzorena. Más allá, un tucumano parecido a Bastía.
El Lobo no anda suelto. Está atado a una condena de sufrir hasta la última milésima de segundo. Ni siquiera jugando bien y borrando de la cancha a uno de los más potentados del campeonato, puede sacar su corazón de la garganta hasta el final.
Ayer, Gimnasia no debió haber esperado hasta el silbatazo final del árbitro para asegurar su victoria.
Los méritos para ganar estaban hechos desde hacía mucho antes, pero a los Mensanas todo les cuesta el doble.
Si hasta empezó penando el equipo de Marcelo Vázquez ante Atlético Tucumán. Porque a pesar de haber generado la primera llegada a través de un remate de Tomassini, que se fue cerca de un palo, en la primera de cambio, Héctor Álvarez aprovechó un rebote y puso el 1-0 para el Decano tucumano.
Recién se estaban acomodando los equipos en la cancha y Atlético se ponía en ventaja.
El Lobo sintió el golpe, pero sus jugadores tenían claro que esta era la oportunidad para empezar a salir del pozo. Había que ganarle a Atlético.
Y se reacomodó. Tras una serie de rebotes, Demaría agarró la pelota afuera del área y con un derechazo logró el justo empate local.
El incansable Arce pudo lograr el 2-1 en el final del primer tiempo, pero Gimnasia debería esperar un rato más para conseguirlo.
En el ST, Tomassini probó de entrada a Ischuk, quien respondió muy bien. Gimnasia avisó y ahí nomás llegó la ansiada ventaja. Guillermo Álvarez, quien entró para hacer el gol (al rato fue remplazado por lesión), aprovechó un gran pase de Cipriani para definir cruzado.
Al fin llegaba la alegría al Parque, que casi llegando al tiempo reglamentario se convertiría en delirio, cuando a Mario Marchetti le quedó un pelota picando casi en el círculo central y se la tiró por arriba a un jugado Ischuk, quien estaba adelantado varios metros. Gol hermoso e histórico del Quico.
Claro que en el once del Parque no sirve si no se sufre. Por eso llegaría el descuento final de Álvarez, a lo que se agregó cinco minutos de tiempo adicional que parecieron cinco horas. Pero todo llega. Y a este Lobo finalmente le tocó la hora de festejar algo importante.
Se quedó con lo que buscaba. Y si bien la estadística marcará un ajustado 3 a 2, lo del Blanquinegro fue para ganarlo tranquilo. Pero claro, si en Gimnasia no se sufre...
Fuente: Uno.

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