
En el inicio de la segunda parte del torneo de la B Nacional, el Expreso conducido por Daniel Oldrá arrancó ganado con goles de David Ramírez y Gabriel González, cuando solo restaban cinco minutos para el final del encuentro y cuando las almas tombinas sufrían por no poder vencer la férrea defensa impuesta por la visita, sumada a la gran actuación del arquero Bertoya.
Así, Godoy Cruz aprovechó de la mejor manera la derrota de San Martín (T), a manos de Unión (SF), el jueves por la noche, y quedó a solo tres unidades del líder del torneo.
En el arranque se notó la dureza de la pretemporada. Por momentos se vio un partido áspero, aburrido y muy trabado. Godoy Cruz no tenía ideas para lastimar al rival, mientras que la visita tenía como prioridad el orden defensivo para poder lastimar de contragolpe. Bertoya tapaba lo que le tiraban y hacía todo el tiempo posible. El mensaje del Halcón era claro: el empate no era mal negocio.
El “Gato” Oldrá, durante parte de la pretemporada, intentó buscar variantes de mitad de cancha hacia adelante, para que Ramírez y Fernández no quedarán aislados del resto del equipo, algo que por lo visto, pasó en la primera mitad.
El Expreso dependió mucho en esta etapa, de lo que generaba Ramírez cuando entraba en contacto con la redonda. De sus pies llegaron las mas claras, aunque cada vez que el local pudo perforar la defensa visitante, apareció la figura de Bertoya para tapar todo lo que le tiraron.
La defensa tuvo algunas chances, luego de soportar el asedio de los mendocinos, pero todo era dependiendo de algún centro o de las jugadas de pelota parada.
Mientras que el Tomba careció de puntería, el Halcón pecó de especulador y por ello, el marcador y las gargantas de los relatores de radio, se fueron al descanso “vírgenes”.
La segunda mitad siguió tan cerrada y equilibrada como en el primero. Godoy Cruz nunca resignó la saludable idea de seguir yendo al frente.
Defensa hacía honor a su nombre y se mantenía férrea y firme. Bertoya siguió tapando cuanto tiro llegó hasta su valla, aunque nada pudo hacer cuando David Ramírez sacó ese remate fortísimo que se le metió al ángulo izquierdo, tras jugada de González.
Faltaban solo cinco para el final del encuentro y el delirio se apoderaba de los simpatizantes locales, así como del banco del Expreso, que festejó mucho el tanto del volante creativo. Era gol del desahogo.
Allí fue cuando los hombres de Ricardo Rezza se acordaron de que enfrente había un arco y que había que hacer un gol para sumar aunque fuera una sola unidad. Y claro, paso lo que se esperaba, fue a buscarlo, se descontroló, perdió el orden, y dejó que otra vez la magia de Ramírez, hiciera de las suyas. Contra veloz y pase-gol para el “Bibi” González, quien definió la historia.
Arrancó la segunda parte, el Expreso ganó y sus hinchas se fueron cantando: “¡Que vamo’ a volver... que vamo’ a volver!”.
Fuente Los Andes.
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