martes, 7 de abril de 2009

La Lepra, de local, no pudo con el puntero Chacarita


Quiere escapar. Diego Caballero, de los “Azules,” marcado por un rival.

Se le escapó otra chance a la Lepra. Ganarle al puntero podía ser esa gran oportunidad para seguir expectante con la promoción y además, un buen envión anímico.
Pero nada que ver. Ganó Chacarita y, encima, los hinchas se enojaron y hasta pidieron que se vaya Jorge Ribolzi, además de insultar a varios jugadores.
Fue de Independiente la iniciativa por llegar al arco rival, aunque las buenas ideas escasearon bastante en el equipo de Ribolzi.
Con muchas ganas, intentando con Sebastián Romero por derecha y Hernán Buján por izquierda, los Azules insistieron bastante, pero pocas veces inquietaron al arquero Nicolás Tauber.
Un cabezazo de Matías Mantilla tras un córner ejecutado por Buján fue tapado de manera fantástica por Tauber, mientras que una habilitación por arriba de Romero no fue bien aprovechada por Tonelotto, que cabeceó afuera.
Chacarita fue cauteloso. Y con tranquilidad, esperaba que le quedara algún espacio y así meter el contragolpe.
Tuvo una el equipo de Zielinski, y no fue gol de milagro porque Aróstegui cabeceó con imprecisión y la pelota pasó muy cerca de un palo.
El segundo tiempo fue parecido al primero, aunque Chaca, en la primera clara que tuvo, llegó al gol por un cabezazo de Aróstegui que dejó sin chances a Guzmán.
A partir de ahí, la Lepra se fue con todo pero fue cuando empezó a lucirse Tauber. Ribolzi hizo entrar a Ariel Ortega y César Carignano para encontrar más poder ofensivo y lo consiguió.
Primero lo tuvo Carignano de cabeza y después, Ortega con un tiro libre muy bien ejecutado, pero en las dos se lució brillantemente Tauber.
Hernán Buján también pudo empatar, pero su definición con destino de gol fue interceptada en la línea por Suárez Figueroa.
La visita (con Franco Dolci como uno de los mejores valores) también pudo aumentar en una de sus aisladas llegadas, pero Guzmán le tapó el cabezazo al ingresado Toledo.
El final del partido llegó con las expulsiones de Ortega (muy insultado) y de Basualdo, para cerrar una noche que la gente de Independiente querrá olvidar muy rápido.
Fuente: Uno.

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