
Pura fuerza. Manolo Rodríguez controla a los jugadores en los médanos de Punta Mogotes. El equipo respondió bien a las exigencias y el cuerpo técnico quedó conforme.
No fue una día más para los futbolistas bodegueros. La cita era temprano y en la playa. En las del sur y pegadas al exclusivo balneario de Punta Mogotes.
Claro que la rutina no era disfrutar del agua y de la arena, tampoco de las fiestas que se organizan cuando el sol cae y todo se tiñe de música electrónica y color femenino.
La realidad para el plantel era otra: correr, transpirar y subir médanos por más de una hora. Con una misión bien definida y es terminar la parte más dura de la pretemporada.
Todavía con caras de pocos amigos - algo habitual cuando recién se levantan- los futbolistas se prepararon para iniciar una jornada muy dura de trabajo bajo las órdenes de “Manolo” Rodríguez y el profe Catalina, los dos hombres más odiados por estas horas.
¿Cuál es el objetivo de esta tarea? Conseguir potencia y velocidad que ayude a soportar todo el trajín del campeonato hasta diciembre.
“Hicimos un trabajo en pendiente donde le agregamos potencia en tramos de no más de cincuenta metros, con repeticiones muy cortas. Queremos un equipo rápido y potente y lo buscamos entrenando en la arena”, explica Rodríguez, uno de los laderos del Gato Oldrá.
Y esto tiene que ver porque el ritmo de Primera División es muy diferente al que viven los elencos en la B Nacional.
Pese a que después de varias pasadas las piernas comenzaron a aflojar, los muchachos no se guardaron nada y ahí sobresalieron Barrera, Garín, Vallés y Escudero, siempre marcando la punta del grupo.
Algunos la “pasaron” mejor como Usurach y Barbosa (el cuerpo técnico decidió que no participaran por precaución) e Iván Borghello, quien sólo trotó junto a Germán Arenas porque se está recuperando de una contractura en el posterior izquierdo.
Cuando el reloj marcó las 11.30 llegó el alivio para los profesionales. Era el momento de estirar y emprender el camino de regreso al hotel.
Pero antes Darío Salomón dejó una frase que pinta de cuerpo entero la excursión por estas tierras. “La verdad que es un sufrimiento cada vez que nos dicen que debemos ir a la playa, pero sirve mucho y ya nos dio buenos resultados”.
Fuente: Los Andes.
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