jueves, 13 de diciembre de 2007

Ahora festejó el Rojo











Labaké e Imbesi festejaron.

Así de cambiantes son las emociones en el fútbol. Apenas unos segundos antes Carlos Sperdutti protestaba a rabiar la expulsión de Luis Carbajal, que acababa de ver la roja. Y el Gringo se iba expulsado. Un minuto después, el árbitro Daniel González marcaba el punto del penal. ¿Compensación? Vaya uno a saber.
Y así de cambiantes son las sonrisas en uno y otro. 7 fechas atrás, lo disfrutó Atlético Argentino, porque ese empate en el minuto 47 tuvo sabor a victoria. Pero ayer lo festejó el Deportivo Maipú, porque ese penal Víctor Hugo Soto lo canjeó por gol y el Cruzado mantuvo la diferencia, ahora sí, hasta el final.
Todo en el Malvinas Argentinas, con un marco pobrísimo de público (apenas 1.200 personas) y un despropósito policial, que tira y empuja a los clubes a esta depresión. Sí, porque ni siquiera dejaron vender entradas en el gigante de cemento sino que fueron los poquitos que pudieron adquirir las anticipadas.
Y fue con un mediocampo luchador que se impuso el once maipucino. Con Gustavo Molina y Enzo Imbesi mordiendo los talones de cada jugador rival, no dejando actuar a los mejores valores académicos y recuperando balones a cada minuto. Con Marcos Quispe mandando el partido al freezer cuando el Botellero ya lo ganaba. Con Javier Villaseca luciéndose en cada contragolpe, solo, ya con un Maipú definitivamente cuidando el 1 a 0 y apostando, con diez hombres, a la contra salvadora. Y con un Oscar Olguín apareciendo en los momentos oportunos, supliendo con apariciones espectaculares algunos errores.
Fue luego de un primer tiempo entretenido y un segundo casi bodrio, hasta que aparecieron esos últimos minutos apasionantes con uno buscando igualar y el otro esperando aumentar.
La primera en el partido fue del Boli. Cuando Zafarana no quiso ser egoísta y buscó al goleador, el paraguayo Juan Portillo Alvarenga no le pudo dar bien y se fue casi con pelota y todo cerquita del palo.
Respondió Maipú con un Zapa-tazo que tapó muy bien el seguro Bielli. Díaz quiso hacer una patriada, pero llegó sin aire y se encontró con Olguín. Ortiz también probó, pero se fue muy lejos, y del otro lado la combinación Imbesi-Villaseca-Soto terminaba con el remate del Potro aún más desviado. Villaseca hizo una buena jugada, pero ningún compañero llegó para empujarla.
En el complemento, llegó la polémica de la mano del árbitro sanjuanino. Se iba Carbajal a las duchas, Sperdutti también y el juez cobraba el penal. Soto anotaba y después podrían haber sido más para el Rojo, pero en definitiva fue 1 a 0 para volver a lo más alto de la zona C, ante un Boli cuyos hinchas no deben desesperarse tanto, porque su campaña todavía es muy buena.
Fuente: Uno.

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