
Claudio Demaría gana sobre las intenciones ofensivas del delantero del Boli, Mario Solís.
Orden táctico, entrega y amor propio fueron los argumentos de Guaymallén para derrotar a Atlético Argentino por 2 a 1 en el marco del arranque de la 12° fecha.
El planteo de Jorge Julio tuvo tres puntos altos, claves para no dejar pensar y mucho menos reaccionar a un Argentino que sólo tuvo reacción en el segundo tiempo.
Esos puntos a destacar fueron: la presión ejercida por los volantes en la mitad de cancha, ahogando la circulación y manejo que podían dar el “Rulo” Pérez y Matías Delclaux; aunque lo más sobresaliente fue el trabajo impecable de Marcelo Bramucci como carrilero por izquierda que no sólo anuló a Zafarana por ese sector (pieza clave en el esquema de Luque) sino que se proyecto en ofensiva. Mientras que el tercer punto destacable en el Cacique fue la movilidad, inteligencia y capacidad para resolver que tuvo Nicolás Aguirre, un jugador que está para una categoría superior.
El propio “Nico”, a los 2’ minutos avisó con una media vuelta que pasó cerca del horizontal. Dos minutos más tarde metió un taco, desbordó por derecha (la marca de Lobarbo, por izquierda no lo pudo controlar nunca) envió el centro pero a Bramucci lo sobró el balón. Y otro centro de Aguirre. Una carta de presentación que debió tener su recaudos por parte de Argentino. Pero nada de eso pasó y fue cuando sobre el final del primer tiempo Vélez guapeó en la mitad de cancha, tocó para Aguirre que desbordó una vez más, envió el entro y Aguado, en el punto penal decretó el 1 a 0 como para irse al descanso con la mente puesta en un posible triunfo.
Pero quedaban interrogantes ¿Guaymallén podría repetir en el segundo capítulo lo demostrado en los primeros 45’?
La respuesta final fue sí. Rubén Sánchez reemplazó al agotado Bramucci, mientras que por el Boli, Luque mandó a Ortiz por Mut. Táctica pura que le permitió al esquema de la Academia encontrar mayor volumen de juego. Zafarana encontró los espacios que no le había permitido Bramucci, por eso envió un centro y Portillo Alvarenga, de cabeza casi decretó la igualdad.
Pero aún estaba suelto Aguirre en el ataque Italiano. A los 25’ Luis Pérez ganó en la mitad de cancha, tocó para Rubén Sánchez quien, en diagonal hacia la punta derecha, habilitó a Aguirre que entró a la carrera y fue cuando Acuña lo derribó en el área. Penal y roja (doble amarilla) para el defensor del Boli. El propio Aguirre puso el 2 a 0 desde los doce pasos.
Dos minutos más tarde, José Ortiz, desde 40 metros, clavó el balón en el ángulo izquierdo de Pombo. Argentino se animó a más, pero era tarde ya que el Cacique le había efectuado una herida mortal de tres puntos.
Fuente: Los Andes.
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