lunes, 17 de diciembre de 2007

El festejo no fue completo




El goleador. Javier Paratore ingresó y, además de marcar el tanto, fue una pesadilla para los visitantes.
Todo estaba listo para que el Deportivo Maipú festejara sus 80 años con un triunfo, gracias al gol de Javier Paratore. Pero cuando todo era alegría llegó el injusto empate de Estudiantes de Río Cuarto, en tiempo de descuento, y lo que era una fiesta, terminó en un río de lamentos.
En este partido se vio un primer tiempo muy pobre, donde Maipú no encontró la fórmula para generar fútbol o para llegar con peligro al área de Estudiantes, que le planteó sólidamente el partido en la mitad de la cancha.
El equipo de Sperdutti dividió mucho la pelota y nunca pudo llegar por abajo. Además se vio a jugadores apurados y por eso no tenían la claridad suficiente para hilvanar jugadas de riesgo.
Por su parte, a la visita su juego de control de balón y pie firme en el medio le alcanzó para no dejarse avasallar por un Maipú que intentaba llegar atropellando, pero sin ideas claras, a pesar de contar con la situación más clara de la primera parte: un mano a mano de Villaseca que Herrera se encargó de desactivar.
En la segunda parte el Cruzado salió a buscar el desnivel con el ingreso de Javier Paratore, pero las ideas para lastimar a la visita seguían sin aparecer.
En una ráfaga, el Botellero tuvo la chance de abrir el marcador, pero Herrera se volvió a mostrar como la figura del partido. Estas llegadas no fueron consecuencias del buen juego local, sino que fueron a puras atropelladas, con más ímpetu que juego.
El partido parecía estar controlado por los cordobeses, ya que cada vez que se veían superados, apareció Herrera para mostrarse inexpugnable.
Hasta que llegó un pelotazo frontal que fue peinado y Paratore quedó sólo y esta vez el delantero se dio el gusto de marcar el primer tanto del partido.
Minutos más tarde, Matías Goinhex tuvo la gran chance: a la salida de un córner Quispe remata, la pelota se frena por el rebote en un defensor y el delantero quedó solo, en el área chica, y desvió su remate.
Con el resultado abierto, Maipú intentó controlar la pelota, manejar el partido y jugar con la desesperación del rival, pero cuando todos estaban con la cabeza puesta en las vacaciones llegó la jugada del empate.
En una de las pocas jugadas de riego para la visita, una pelota que cayó al área de Olguín, nadie la pudo sacar y Di santo habilitó a Casasnovas para poner el 1 a 1, que tenía gusto a triunfo para los riocuartenses y de derrota para los maipucinos.
De esta manera Maipú cerró con una igualdad el 2007, pero sigue disfrutando de la cima de la tabla zona, pero dejando pasar la chance de estirar la ventaja sobre sus perseguidores.
Fuente: Los Andes.

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