
¡Gol de San Martín!. La pelota, impulsada por Cabral, ya entró al arco. Después empató Alianza.
Despedir el 2007 con una sonrisa ya no será posible. El Atlético San Martín apenas terminó empatando en su casa con Alianza de San Juan, aunque igual pudo mantenerse en la vanguardia de las posiciones.
No fue la mejor producción chacarera, aunque no está de más aclarar que también debió soportar un flojo arbitraje del riocuartense Carlos Boccolini. Justamente, mucha gente del Albirrojo relacionó la mala actuación del juez con Atenas y Estudiantes, los equipos de su ciudad natal que participan en la misma zona.
Pero eso ya merecería un análisis aparte, por lo que ahora hay que hablar de un regular encuentro de los del Lechuga Alaniz.
Es fin de año y, como suele ocurrir, muchos jugadores no quieren equivocarse para seguir siendo tenidos en cuenta por los entrenadores. Y eso se notó ayer, más que nada en el primer tiempo.
Esa etapa no dio para mucho. Los equipos se alternaron el dominio del balón y no generaron situaciones claras para llegar al gol que abriera el marcador.
Es más, el 1-0 para el elenco albirrojo llegó por un error garrafal del arquero Carlos Biasotti.
Un centro del Negro Miguel Guerra que parecía no llevarle peligro al arco sanjuanino, se le escapó al ex guardavalla de Huracán Las Heras. Víctor Cabral, que estaba donde tenía que estar, aprovechó para empujar el balón y quebrar el cero en el Este mendocino.
A partir de ahí mejoró el Atlético de la Juventud Alianza. El Lechuzo logró penetrar más en la (hasta ese momento) segura defensa chacarera y a dos minutos del final logró el empate.
Pascual desbordó por derecha y su centro terminó en la cabeza de Nino Morales para que logre el 1-1.
Fue un empate parcial que se ajustó a los hecho por ambos conjuntos. Corrieron mucho, marcaron mucho y no ocultaron su tensión, algunos jugadores evidenciaron que se están jugando su futuro deportivo.
El ST mostró a un solo equipo en la cancha: el Atlético San Martín. Pero cuando no fue por la impericia de sus jugadores, el árbitro le jugó una mala pasada con sus fallos.
Tuvo tres claras el once de Alaniz. Pero Cabral en dos oportunidades y Bernay en la restante no tuvieron la eficacia necesaria frente al arquero lechuzo. Encima, Boccolini le anuló un gol legítimo a Sebastián Coria por una posición adelantada que nunca existió.
Alianza sólo contó con Maximiliano Pascual, quien terminó siendo la figura de la cancha por la asistencia en el gol de su equipo y por no claudicar nunca en la vocación ofensiva.
El Chacarero no logró terminar el año como quería. Pero no perder siempre sirve y sus posibilidades de lograr algo importante están intactas.
Fuente: Uno.
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