Apunta alto. San Martín de Tucumán es el ganador de la primera rueda. Queda toda una mitad por jugar.
El torneo de la B Nacional llegó a la mitad de su desarrollo y a diferencia de años anteriores, no estamos hablando de un campeón del Apertura, y esperando el inicio del Clausura para que los otros 19 busquen revancha.
En esta temporada, la modificación sustancial será un torneo a dos ruedas, de 38 jornadas que parece eterno y por eso nada otorga al que se impone en la primera ronda, como San Martín de Tucumán.
Porque al final del recorrido, sólo los dos primeros de este extenso torneo, ascenderán directamente a la B Nacional.
La fortaleza de un líder
Por supuesto que a los tucumanos no les falta incentivos y eso de que no hay premios para los ‘ganadores del semestre’ los tiene sin cuidado. El Santo posee una de las defensas menos batidas, pero a la vez tiene poca eficiencia en el arco rival. Sólo 22 anotaciones lo colocan por debajo inclusive de equipos que vienen más atrás, como lo s mendocinos: Godoy Cruz tiene 29 goles e Independiente 23.
Pero el Santo basa su eficacia en la localía. San Martín ha jugado 10 partidos en su estadio (una verdadera caldera y el Tomba puede dar fe de ello) y se mantiene invicto con 7 triunfos y 3 empates. Es decir una efectividad del 80 por ciento en su estadio mete miedo a cualquiera.
Y tan viejo como la B Nacional es la verdad que indica que en este torneo, el que termina imponiéndose es quien cosecha mayor cantidad de puntos como anfitrión.
Esa tendencia se está repitiendo en este torneo. Detrás de San Martín de Tucumán se encolumnan Almirante Brown (no olvidarse que le descontarán 18 puntos al final del torneo), Quilmes y Aldosivi.
El Cervecero es otro de los candidatos y también basa su eficacia en su inexpugnabilidad como local. Ferro, Rafaela y más atrás el Tomba aparecen como los candidatos, al menos por esta tabla de rendimiento en casa a pelear esos dos pasajes a la A.
Fuente: Los Andes.
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