
Los pibes sacan fuerzas para dejar a Luján en el Argentino A. Desde atrás, Lavorante refuerza esa ilusión.
Luego del punto importante que consiguió en San Luis ante Juventud Unida, Luján de Cuyo volverá hoy a las prácticas de cara a otro juego fundamental: el domingo ante los salteños de Antoniana. Pero antes de ponerse a pensar en ese encuentro que se presenta como clave para las aspiraciones del Viole de mantener la categoría, vale la pena profundizar en algunos aspectos que dejó la excursión lujanina por la provincia puntana.
Por un lado, lo que aparecerá en el tapete hasta que finalice la temporada tiene que ver con la falta de experiencia en el equipo, lo cual en este tipo de competencias se nota mucho y el Violeta no es ajeno a ello. Es más, este ítem ya se había empezado a pagar caro en las tres últimas presentaciones de la primera fase, en los cuales si bien hubo un solo equipo que dominó a los pibes (Sportivo Desamparados goleó al conjunto de Cloquell por 4-0), en los restantes se pecó en cosas de infantiles que privaron al equipo de sumar más puntos.
Ahora la historia se presenta parecida. Más allá de que se incorporó a cuatro hombres de gran trayectoria (Andrés Lavorante, Marcos Bustos, Ernesto Fullana y Bruno Juárez), quienes se le suman a Dario Devia y Daniel Quiroga como los más experimentados de este joven elenco, todos estos nombres no pueden ganar los partidos por sí solos y por eso es muy meritorio que Luján haya conseguido dos de los seis puntos que disputó ante equipos que, en la previa, se presentaban como candidatos a ganar los tres puntos.
Igualmente el equipo sigue pecando con distracciones que si bien no fueron capitalizadas por los rivales de turno, Cloquell y sus dirigidos deben corregirlas pronto para que el equipo más allá de su falta de experiencia, pueda tener un equilibrio de cara al futuro del torneo.
Por otro lado, a esa inexperiencia estos jugadores la disimulan con otra faceta: la garra. Y es precisamente este aspecto lo más destacado de esta nueva versión de la Asociación Atlética, en donde sus objetivos son claros: foguear a los futbolistas de la casa para que sean la base de próximos planteles y mantener la categoría. Sin embargo siempre se volverá a lo mismo y si bien Luján puede ganar varios partidos, se sabe de antemano que en cada fecha los de Cloquell serán punto y es allí donde los pibes quieren demostrar que la divisional no les queda tan grande como es el pensamiento de muchos.
Es cierto que falta ese salto de calidad tan indispensable en cada conjunto y que permite hacer planteos diferentes, pero también lo es que, jugando como lo hizo en San Luis, Luján no solo podrá mantener la categoría, sino además, atreverse a pensar con algo más, aunque en la tabla de la zona, la cosa ya parece juzgada.
Fuente: Los Andes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario