lunes, 10 de marzo de 2008

Un esquema acertado y veloz


¡Grande, Hormiga!. De la Vega, autor del último gol, es felicitado Caballero, mientras llega Emanuel Torres.
En sus inicios futbolísticos, cuando de pibes comenzaron a despuntar el vicio por la redonda, seguramente los “petisos” Martín Gómez y Diego Caballero se habrán tenido que bancar el juego brusco y las patadas de jugadores más grandes (de edad y contextura física) en muchos encuentros barriales.
El tiempo pasó y, a fuerza de gambetas, atrevimiento y habilidad, ambos lograron convertirse en futbolistas profesionales. Pero la esencia no se pierde, y tanto Gómez como Caballero todavía siguen demostrando esa desfachatez para jugar frente a rudos defensores rivales. En el estadio olímpico de Córdoba, los dos picantes delanteros de Independiente volvieron locos a los “grandotes” Maidana y Lussenhoff, de Talleres. Todo fue parte de una táctica previamente planificada por el DT azul, Roberto Trotta, que al final terminó saliendo a la perfección, ya que con los “rapiditos” en ataque se cimentó la festejada victoria de la Lepra ante Talleres. Con este triunfo, el equipo del Parque logró ganar de visitante por segunda vez en el torneo.
Para vencer, Independiente supo reaccionar a tiempo colectivamente y revertir un resultado adverso, aprovechando la desesperación de un rival anímicamente destrozado. Y en esa levantada mucho tuvieron que ver jugadores como De la Vega, Pomba y Giarrizo, con acciones determinantes que definieron el trámite del partido.
Este deporte no sabe nada de lógica, pero a modo de ejemplo bien vale plantear una atinada ecuación futbolera: jugadores petisos y livianos (Gómez y Caballero) les ganan por velocidad y talento a jugadores altos y morrudos que sólo pueden imponer la fuerza. ¿El resultado final? Una victoria leprosa sobre Talleres.
Fuente: Uno.

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