lunes, 28 de enero de 2008

Una victoria clave para el futuro




Figura y goleador. Gerónimo Allende festeja su tanto con el entrenador Cloquell. El pibe se destacó.
En la previa no importaba la manera, lo único que interesaba era que la victoria se quedara en casa. Y para lograr ese objetivo, los pibes de Luján de Cuyo supieron sufrir para luego poder festejar. Fue agónico, con el último aliento y no sólo por la propia impericia de no saber liquidar la historia cuando se presentaron las oportunidades, sino también, porque Juventud Antoniana también tuvo sus chances y de no ser por las certeras intervenciones de Lavorante, quizá el resultado pudo haber sido otro.
Pero la victoria fue del Viole, que al principio respetó mucho a su rival de turno y después de estudiarlo, trató de lastimarlo con las corridas de Allende, quien fue una verdadera pesadilla para los centrales del Santo. Y fue por esta carta de triunfo con la cual Luján empezó a codearse con estos importantes tres puntos. Primero cuando el atacante se sacó dos hombres de encima y obligó a que Mazzón despejara el remate al tiro de esquina, y luego, cuando el propio Allende remató desde afuera y en complicidad con un marcador, convirtió el 1-0 para el local.
Todo era delirio en el Bajo. Y no era para menos. Manejados por la experiencia de Devia y Fullana en el medio, más la seguridad del Oso Lavorante en el arco, los juveniles del Viole empezaron a manejar los tiempos y a ser los dueños del protagonismo. Pero enfrente estaba un equipo que debía demostrar por qué había dejado al Decano sin invicto en su reducto. Es por ello que sobre el final de la primera etapa Antoniana se animó y tuvo dos ocasiones como para igualar, pero sendos remates de Lamberti y Baigorria terminaron en las manos de un Lavorante que a esa altura era el responsable del triunfo lujanino, con el cual el local, se fue al descanso.
En el complemento, más de lo mismo. Un Luján sin experiencia tenía descuidos importantes y Antoniana le rodeó la manzana a Lavorante,a puro centro, pero todo empezó a normalizarse cuando Fullana y Devia volvieron a hacerse dueños del control y a partir de este binomio, más la garra del resto, el Viole fue en busca de otro tanto. Sin embargo este no llegó y vaya si no hubo oportunidades. Fueron tres y clarísimas. Primero con Velázquez definiendo apurado, luego con Fullana y por último con Allende, quien llegó con lo puesto y remató muy débil ante la humanidad de Mazzón.
En síntesis, Luján de Cuyo logró un triunfo clave de cara al futuro. Se ganó una final de seis puntos y sus juveniles cada vez se muestran más aceitados en la categoría. Ahora se viene Atlético Tucumán y en el Viole, sus jugadores se preparan para dar un zarpazo como visitantes.
Fuente: Los Andes.

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