
Los serios inconvenientes provocados por la manifestación de estatales en Jujuy impidieron que Gimnasia y Esgrima pudiera jugar ayer su partido con Talleres de Perico. El Lobo arribó a la provincia norteña el sábado a la mañana y nunca se imaginaba que iba a ser un viaje inútil, ya que debió regresar sin jugar el partido.
Todo comenzó cuando ese mismo día los empleados estatales protestaron y tomaron la Casa de Gobierno de Jujuy, obligando a que la policía se abocara solamente a ese hecho. Por ese motivo también se suspendió el partido que el sábado debían jugar el Gimnasia local y Lanús, por el torneo Clausura de Primera.
El equipo de Mendoza esperaba novedades en el hotel Fenise, aunque el sábado a la noche la policía les confirmaba a los dirigentes que sí se jugaba.
Pero ayer a la mañana (el partido era a las 17) se acercaron al hotel miembros de seguridad y hablaron con el directivo mensana Antonio Rodríguez, a quien le confirmaron que no contaban con la policía necesaria para cubrir el encuentro en la ciudad de Perico, ubicada a unos 30 kilómetros de la capital jujeña.
Entonces, los dirigentes blanquinegros se pusieron de acuerdo con sus pares de Talleres para postergar el encuentro.
Se consideraba que había poca seguridad para un estadio que viene de serios antecedentes, como los que sucedieron cuando jugó allí Juventud Antoniana.
Ahora, la idea de ambos clubes sería disputarlo luego de la última fecha, aunque hay que esperar el aval del Consejo Federal. De todos modos, esta posibilidad podría quedar descartada, porque se prestaría a la especulación de resultados y no se quiere repetir lo de la temporada pasada.
Otro motivo por el cual la policía no pudo prestar sus servicios normalmente fue una peregrinación a la Virgen de Punta Corral, para la cual habían afectados unos 250 efectivos.
El plantel del Lobo emprendió el regreso a Mendoza ayer a las 14.30, con la amargura de no haber podido jugar, sobre todo, después de un largo viaje.
Fuente: Uno.
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