lunes, 17 de marzo de 2008

Por la violencia no terminó el partido en Luján


Guarda, guarda. Corren los jugadores de Juventud Unida para evitar ser blanco de los piedrazos. Ahora todo depende del informe del referí.
La crisis no es sólo futbolística en Luján. Ayer a la tarde, sus hinchas descargaron toda su ira. Muchos, impotentes porque se le escapó la victoria a su equipo en los últimos minutos, sindicaron como principal responsable al árbitro, que tuvo buenas como malas decisiones. Esta actitud de sus barras dejó la duda sobre cómo va a terminar esta historia y la última palabra la tiene el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal. Aunque, seguro, no será para nada favorable para los Violetas.
Todo comenzó cuando el árbitro de Pergamino Sergio Illuminati marcó una falta de Bustos a un costado del área. De ese centro llegó el frentazo de Rosales para dejar igualado un partido que se le escurrió de las manos a Luján.
Entonces, los piedrazos se multiplicaron hacia el campo de juego sin discriminación de camisetas. Ambos equipos debieron resguardarse en la mitad de cancha, sumados a los suplentes y cuerpo técnico puntano que también fueron blanco de agresiones.
La salida caótica hacia los camarines bajo una lluvia de piedras dejó como saldo un pequeño tajo en la cabeza para Marcelo Ferrer y un golpe en una pierna para Cristian Lucero (ambos jugadores de la Juve). La policía reprimió a los revoltosos para que desalojaran el estadio, pero siguieron con la violencia en las calles, causando destrozos en cada auto que pasaba por el lugar.
La molestia de los hinchas comenzó desde temprano con el ex Luján Gastón Martínez, quien reaccionó realizando gestos hacia la hinchada violeta, lo que alteró aún más los ánimos. Después de que fuera remplazado por Damián Montenegro, un par de veces el árbitro paró el partido, porque las agresiones no terminaban en la zona del banco de suplentes.
A pesar de todo lo que pasó, cuando se retiraba el plantel puntano, Martínez, ante los insultos, intercambió palabras con los dirigentes violetas recordándoles la deuda que mantenían con él y la actualidad económica del club. Junto a él también reaccionó el arquero Julio Chiarini, otro con pasado en Luján.
De fútbol se puede decir que Luján marcó diferencias en el primer tiempo, pero no supo liquidarlo en el segundo tiempo. Después, el lamentable final, que tendrá consecuencias seguramente negativas para el equipo del Bajo.
Fuente: Uno.

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